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Foto del escritorCasa Sola

¿Cómo me imaginaba a mis 21?

Desde pequeños queremos crecer y crecer y ser grandes y ser adultos. Poder salir en las noches, tomar de las bebidas prohibidas para menores, tener varios amigos para hacer planes, entre muchas otras cosas. No recuerdo exactamente cómo me imaginaba a mis 21, pero sé que no está muy alejado de como soy actualmente.


Después de los 11 años, cuando pasé a bachillerato, la vida tomó un rumbo diferente. Me creía más grande porque por fin había dejado la primaria y ahora hacía parte de "los grandes". Empecé a ser más consciente de mi alrededor y con esto, iniciaron las preguntas: ¿Cómo me ven los demás?, ¿Yo también puedo hacer eso?, ¿Seré así de cool y bonita cuando esté en 11?


A los 14 tuve mi primer celular y conocí las redes sociales, me sentía por fin parte de la sociedad y de la actualidad. Fue entonces cuando empecé a forjar una imagen más clara de cómo sería la Dalia de 21 años.


Aquí van algunas de mis expectativas: Siempre me he considerado como una persona responsable e inteligente, obviamente eso seguiría en mí pero mejorado porque sería una persona más madura y con mayores conocimientos. Sería muy independiente y estaría estudiando lo que siempre quise, es decir, algo relacionado con el arte, tal vez algo de baile o teatro.


Tendría amplios conocimientos culinarios, sería muy organizada y también tendría un grupo de amigos y nos veríamos casi todos los días. En cuanto a la relación con mi familia seguiría igual, con la diferencia de qué podría decir malas palabras en frente de ellos y también entraría en sus recochas de adultos.


Ahora, puede decirse que he cumplido con la mayoría de mis expectativas: sigo siendo inteligente, divertida, responsable, soy sociable y he realizado muchos procesos de desarrollo personal. Pero no cumplí todas las expectativas de aquella Dalia: no estoy estudiando ni teatro ni baile, tampoco tengo conocimientos amplios de la cocina, mi vida es un sube y baja de orden y desorden, a veces mucho caos. Tampoco tengo muchos amigos, solo los necesarios. Pero por fin sabemos lo que es vivir sola y ser completamente responsable de mí misma.


No recuerdo a qué edad me imaginaba viviendo sola, pero sé que, cuando lo pensaba, ya estaba graduada de la universidad y era una mujer independiente de forma económica de mis papás. Pero la realidad es diferente, porque todavía no me he graduado y ya vivo sola, tampoco trabajo por lo que mis padres son los que me permiten dar este tipo de vida.


Tenía una idea equivocada del éxito a los 14 años, por lo que me imaginaba siendo una mujer con mucho dinero y teniendo una vida como de famosa. Por obvias razones esto no es así. A los 21 son más procesos personales los que he alcanzado, que las cosas materiales que quería tener a esta edad.


Para concluir este blog de imaginaciones y expectativas, quiero mencionar que, en general, me siento cómoda y feliz con lo que soy hoy en día, con mis aciertos y errores, malas y buenas decisiones, el amor que brindo y que recibo. Sigo con expectativas sobre cómo será la Dalia del futuro, pero por ahora, sigo trabajando en el hoy y en el ser que depende de mí: Mushu, mi gato.


Como dato extra, también recuerdo mucho que le decía a mi mamá que cuando estuviera grande, le daría una casa. Lo bueno es que nunca le dije una edad, así que todavía puedo cumplir mi promesa.

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